Los videojuegos y la educación
Existen ciertas reticencias y escepticismos a la hora de concebir los videojuegos como una herramienta didáctica. Esto, en mayor o menor medida, se le puede achacar al desconocimiento, dudas al cambio y las dificultades para planificar unos objetivos con este recurso tan controvertido.
Hay técnicas y metodologías pensadas especialmente para usar esta herramienta pedagógica, como es el Game Based Learning. Hay que tener claro que los videojuegos no son un sustitutivo del docente, sino un complemento que puede ayudar en la labor educativa.
En este post no voy profundizar sobre los aspectos negativos que pueden provocar los videojuegos, o la adicción a ellos, en futuras publicaciones intentaré abordar este tema. Por norma general, el discurso en ese sentido es bastante sesgado y alarmista. A pesar de la creencia popular, la experiencia con los videojuegos es mucho más que su propia función lúdica y puede aportar muchos beneficios al desarrollo de ciertas habilidades, dependiendo del juego, obviamente.
En el área sensorio-motriz, ayuda a la coordinación perceptivo-motor, la destreza visual, la discriminación perceptiva, la coordinación espacial y la lateralidad.
En cuanto a aspectos cognitivos favorece la concentración y a focalizar la atención, especialmente en alumnos/as con déficit de atención.
Desarrolla habilidades de estrategias y resolución de problemas, utilizando y optimizando los recursos disponibles. También la capacidad analítica y estratégica, la gestión del tiempo, la capacidad de deducción e inducción, la toma de decisiones, la capacidad de comprensión, el pensamiento lógico y sistemático, el desarrollo de la memoria y la capacidad lingüística.
En el área de las capacidades personales desarrolla la autoestima, la autonomía personal, el autocontrol, el desarrollo de la creatividad y la sociabilidad (aprendizaje social).
En las habilidades sociales, y en especial en el ámbito de las relaciones, favorece el trabajo en equipo, coordinación y cooperación (juegos de multijugador), la socialización y la capacidad de liderazgo.
Además de todos esos aspectos, cuenta con elementos motivacionales por su capacidad de despertar la curiosidad y la simulación de entornos y situaciones.
Teniendo en cuenta todos los conocimientos que puede llegar a aportar los videojuegos al ámbito educativo, y especialmente a materias específicas, pueden aplicarse al aprendizaje de las áreas de historia, geografía, matemáticas, economía, lengua y literatura, idiomas, ciencias sociales, música, arte…
A pesar que los videojuegos, a priori, están creados para un fin lúdico, no podemos obviarlos como una herramienta potencial a la hora de educar, ya que por la inmersión que existe en la sociedad, se encuentran en la vida de un gran porcentaje de niños/as. Es cierto que es difícil medir los logros de desarrollo que puede conseguir los videojuegos en el aprendizaje, pero también es una realidad que cuentan con el interés por parte de los estudiantes.
Los videojuegos y la educación pueden llevar caminos muy parecidos a la hora de la adquisición del aprendizaje y del conocimiento, ya que plantean un reto que se consigue mediante la superación de etapas con la consiguiente curvatura de dificultad.
Hay que tener en cuenta el contenido del videojuego y cómo se utiliza en clase. Bajo un aspecto educativo, a la hora de plantearse cuál usar, es imprescindible tener en cuenta la temática a tratar.
La siguiente duda que surge después de haber encontrado cuál cumple con nuestras necesidades, es la de cómo plantear su uso, su finalidad, su temporalización, etc.
Hay que ser realista, y a la hora de hablar de videojuegos también tenemos que hacerlo sobre los aspectos negativos que pueden presentar. Uno de ellos es el temor de la adicción que pueden llegar a provocar. También existen una serie de dificultades en torno al contexto del aula como el conocimiento necesario de los docentes sobre el tema, planificación, coordinación, la dificultad de evaluar los logros conseguidos, recursos, etc.
Cofundador de EducatPals
– PSI del Departamento de Didáctica y Organización Escolar (UMA)
– Miembro del Grupo de Investigación HUM365: Formación, Orientación, Empleabilidad, Emprendimiento, Inclusión e Innovación (FOREMPIN)
– Diplomado en Magisterio de Educación Especial- UMA
– Graduado en Educación Primaria con Mención en Escuela Inclusiva y Atención a la Diversidad -UMA
– Máster en Políticas y Prácticas de Innovación Educativa- UMA